domingo, 6 de marzo de 2016

Capítulo Tercero

Capítulo tercero:

Un día de mucho calor, a mediados de Julio, Ángela se levantó de la cama como cualquier otro día, desayunó y se fue a la universidad (Universidad de California en Los Ángeles) como cualquier otro día. Sus clases fueron normales, como cualquier otro día; y después de ir a la universidad, descansar y almorzar, Ángela se fue a su trabajo, como era su obligación para ganarse la vida. Con ese dinero que Ángela gana trabajando en ese bar/restaurante, ella debe pagar la parte de la renta del apartamento que le corresponde; además de mantener un pequeño ahora—junto con Olivia—para emergencias. Ellas dos son como un hogar distinto del que proviene cada una.  Con el dinero de las  becas de ambas, el dinero que les envían los padres de Ángela desde Panamá y con lo ganan las dos en su trabajo, ambas viven felices.

Ese día, Ángela hizo sus labores normales como cualquier otro día, atendiendo las mesas y sirviendo de traductora para cuando se necesitara.

En algún tiempo cercano  a las 4:45 p.m, fue el momento preciso en que ocurrió todo. Ángela estaba atendiendo a una mesa en donde estaba una familia italiana que no dominaba muy bien el español, pero que lo entendían casi a la perfección. Una de las chicas que trabaja en el mismo  lugar—compañera de Ángela—se le acercó gritando casi desesperada, pero manteniendo la calma. Esta chica se llama Mónica,  y tiene tendencia a desesperarse por cualquier cosilla mínima.

—Angie, Angie, Angie… Tienes que venir conmigo. ¡No te imaginas quiénes están respirando el mismo aire que nosotras!—le dijo la desesperada chica del cabello corto.

— ¿Justin Bieber y Selena Gómez?

—NOO, tontita. Son unos gringos que no hablan español.

—Pues atiéndeles tú—le pidió Ángela—. Tienes una excelente pronunciación en inglés y tienes buen léxico y vocabulario. Yo estoy ocupada con esta familia italiana.

—NOO, ellos deben ser atendidos por ti—insistió Mónica.

— ¿Por qué? Tú sabes hablar inglés, y yo estoy ocupada con alguien que habla un idioma que tú no hablas—Mónica lanzó un suspiro.

— ¡Tienes que ir tú! Ya verás porqué te lo digo. Solo camina en esa dirección y verás a quiénes debes atender.

Ángela miró hacia donde Mónica le había indicado y dio unos pasos en esa dirección. Entonces, se quedó estática y no movió ningún otro músculo. Se quedó ahí, y desde su posición trató de observar mejor quiénes eran esas personas a las que ella debía atender.

Su vista alcanzó a ver tres cabezas rubias y dos castañas. En seguida Ángela supo de quiénes eran esas cincos cabezas. Ángela comenzó a hiperventilar, pues no sabía qué hacer.

Este es el perfecto momento para agregar algo que se ha obviado por completo hasta ahora; hasta Ángela misma ha obviado esto: ella es una R5er desde 2011, cuando ella estaba en segundo de bachiller. La situación que Ángela estaba viviendo en ese momento se asemejaba a la combinación de lo que sientes cuando bajas en una montaña rusa y cuando te entregan tu examen de física y te das cuenta de que lo tuviste todo malo porque no viste uno de los datos, que estaba escrito en la esquina de la hoja, casi invisible a la vista de un estudiante apresurado. Ángela se sintió muy tonta porque llevaba casi dos años viviendo en Los Ángeles y todavía no se había dado cuenta de que estaba en tierra de superestrellas. De hecho, cuando ella estaba en el avión, con destino a Los Ángeles, estaba escuchando “Always” de R5, pero no se dio cuenta de que iba a la ciudad en donde viven los R5 (¿??!).

Primero quise gritar. Pero la vocecita de la prudencia, que está siempre diciéndome cosas en mi cabeza, me dijo que sería una muy mala idea gritar en medio de un lugar repleto de personas, creerán que alguien me ataca o algo parecido. Así que tuve el impulso de ir al baño y calmar un poco mis nervios, después de todo tenía que atenderlos igualmente
“El diario secreto de Ángela Rivera”,
David, Panamá, 22 de agosto, 2014.
R5lover
R5ytutuhistoria.com

Al entrar al baño, Ángela se acomodó el pelo y se sacó, de debajo de la blusa, el colgante de R5 que siempre llevaba debajo de la ropa. Ángela no era una Fan loca, pero tampoco era infiel y siempre llevaba consigo su colgante de R5. Eso es lo que diferencia a las R5ers de las demás fans; ellas son fieles y leales, y siempre están dispuestas a dar la mano para ayudar al hermano que se ha caído.

Cuando Ángela salió del baño, respiró hondo y se quitó el sudor de la frente para no parecer estresada, preocupada o nerviosa. Mostrarse amable y con una muy buena apariencia física es algo indispensable para toda mesera. Las meseras sirven a las demás personas, lo tanto no deben transmitir sentimientos negativos porque eso podría molestar al cliente.

Ángela se dirigió a la mesa #7, en donde estaban ellos. Ángela pudo escuchar que ellos estaban enojados porque la chica mesera los había dejado esperando demasiado tiempo. Ángela se sonrojó y sintió culpabilidad porque ella había sido quien le había hecho perder el tiempo; pero cambió rápidamente su cara porque Ellington notó su presencia. Ángela se apresuró a encarnar su papel como mesera, independientemente de si estuviera emocionada por estar tomándoles la orden a R5. A Ángela esos detalles son una debilidad, porque esa falta de fundamento—por ejemplo—podría hacer que la despidieran. Por eso ella trata de mantenerse al margen, olvidar quiénes son y recordar que son clientes, y tratarlos como tales. Esos pequeños detalles son los que determinan el éxito del fracaso; en cualquier actividad las minúsculas cosas tienen la decisión. Y esos tres factores son los que le evitaron a Ángela problemas durante casi dos años.

Ángela tomó la orden de los Lynch—y Ratliff—y fue directo a la cocina a entregarlo a la cocinera. Generalmente ella hace un recorrido—en esos momentos en que el restaurante está totalmente lleno—por todo el salón y después de venir cargada con montones de papelitos con órdenes escritas en ellas, es cuando va a darle las órdenes a Mirta, la cocinera. Ella se enoja muchas veces por eso: le hace creer que ya ha acabado y luego regresa cargada con un montón de órdenes para no poder dejarla a ella descansar. Sin embargo, esa vez ella fue directamente a la cocina para dejar la “especial” orden de R5. Ángela de verdad consideró esa orden como una “especial”, así se lo dijo a Mirta. Y ella, pensó en su mente: “Está enamorada de un gringo con plata. Tal vez tenga mejor suerte que nosotras acá que nacemos y morimos en pobreza y esclavitud.”

Ángela volvió a salir a atender las mesas, pero antes de ir a, ella se paró frente a la barra y trató de respirar pureza. Pero en ese momento se dio cuenta, por vez primera en dos años, que jamás respiraría pureza en un lugar como ese. Las cosas estaban comenzando a cambiar para todo el mundo. Para bien… y para mal.

Ángela vio a Mónica en problemas con los italianos y fue corriendo a auxiliarla y a socorrerla.

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Primero quisiera aclarar que la quote que aparece (y que dice "El diario secreto de Ángela Rivera..." pertenece a un libro escrito por moi que se llama así mismo ("El diario secreto de Ángela Rivera". Estas citas las encontraremos a lo largo de toda la novela, en momentos en que es necesario oír la voz de nuestra protagonista. 
La primera versión que escribí de esta novela (por allá por el 2014) fue en primera persona y de ahí--con muchos cambios--es de donde se origina esta novela; también se origina "El diario secreto de Ángela Rivera". La firma al final, con mi pseudónimo antiguo (el cual voy a seguir utilizando de este manera) y el URL de mi blog principal quieren decir que esta novela y ese otro libro (que no sé si algún día decida mandar a una editorial) son solo propiedad de moi.

Sobre mi otro blog:
Abilene, no, no he eliminado ese blog. Sigue siendo mi blog principal. Es solo que decidí cambiar el URL.
sí sé (siempre lo supe) que en el URL anterior se formaba un "tutú". Lo he querido cambiar desde siempre, es solo que no tenía tiempo y tampoco sabía como. Y hace unas semanas fue cuando tome la iniciativa y lo cambié. Separé el "tutú" y puse las palabras en otro orden. Ahora mi dirección es así.
http://tuhistoriaconr5.blogspot.com/
Ya no hay más "tutú", okay.

Sé que no he estado muy activa en el otro blog. Es que el regreso a clases me tiene muriendo, y hasta se me ha inflamado la mano derecha de tanto escribir tareas a mano (porque está prohibido a máquina). Supongo que solo los domingos podré escribir, pero aún así no estoy tan segura como para dar una fecha. solo intentaré aprovechar cada momento libre que tenga para escribir algo y poco a poco armar los capítulos. Posiblemente publique una vez al mes, en el otro blog; en este, los domingos.



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