— ¿Miedo
de qué?—interrogó Riker imitando su voz en susurro.
—… De mis alumnos…
— ¿Cómo
así?—le siguió la corriente Riker.
—Pues,
verás, mi pánico escénico no fue superado del todo en quinto grado de primaria.
— ¿Cómo
es que tienes pánico escénico y te hiciste profesora?—preguntó Riker asombrado.
—No es un
pánico escénico normal, solo lo siento cuando hay gente desconocida ante la
cual debo hablar; además no tengo un plan.
— ¿Para qué
necesitas un plan?
—Todos los profesores necesitan un plan, no podemos
simplemente ir e improvisar, necesitamos saber exactamente lo que vamos a
hacer; ¡eso es una defensa que tienen todos los profesores contra los
estudiantes que buscan ridiculizar al docente!
—Woah, sí que sabes lo que estás haciendo—concluyó Riker.
Ángela estuvo pensado cinco segundos mientras escuchaba la
respuesta de Riker y tres segundos mientras asentía repetitivamente e
idiotamente, solo para utilizar esos segundos para elaborar un plan para la
primera clase. Entonces le dijo a Riker: “Ya es hora de comenzar la clase, tus
compañeros están comenzando a impacientarse”, acompañado de una hermosa sonrisa
que denotaba la enorme seguridad que surgía dentro de sí al ya tener un plan para
dirigir la clase.
Ángela entró al aula de clases y fue recibida por unos gritos
y unas risas, a la vez. Riker entró siguiéndola a ella, como un pollito sigue a
mamá gallina. Ninguno de los dos se dio cuenta, pero la razón de estas risas
fue la caminata de pollito de Riker.
Riker tomó asiento en uno de los asientos que estaban
disponibles. Entonces habían 12 personas en esa habitación. Ángela tomó la
palabra y se disculpó por haberse tardado mucho, ya que había tenido un
“percance con unos compañeros de trabajo”, se presentó, con nombre y apellidos:
Ángela Amanda Rivera Gonzáles Camargo. Todos los alumnos quedaron admirados por
los tres apellidos de Ángela, los cuales aparecían en su cédula y en su visa de
universitario, son apellidos españoles, lo cual, según ellos, debía significar
de ella tiene una vasta experiencia en la lengua española.
Ángela comenzó la clase hablando en inglés, para no confundir
a nadie; aunque hubo algunos que aun así se confundieron con este juego entre
idiomas. Lo primero que hizo Ángela después de presentarse fue pedirle a los
alumnos que se presentaran. Lo que debían decir era: su nombre, apellidos,
lugar de origen, a qué se dedican; si estudia, en dónde, y qué lo hizo venir a
estudiar español a ese preciso lugar.
Cuando los 11 alumnos ahí presentes ya hubieron presentádose,
aparecieron las dos ovejas perdidas de los textos bíblicos—sí, las dos ovejas,
la 99 y la 100, no la número 100 solamente—aparecieron y se integraron a la
clase. Ángela perdonó la tardanza con una sonrisa, por ser primera clase, y
luego le indicó donde sentarse. Rydel y Ratliff se sentaron en donde Ángela les
indicó. Riker quiso estar en medio de los dos para evitar que cuchichearan
tanto y prestaran atención a la clase, peor Ángela solo notó a Riker y lo señaló
por estar mirando hacia atrás en lugar de prestar atención.
Lo siguiente que hizo Ángela fue continuar con la parte
psicológica, un simple mensaje: si no te interesa aprender un nuevo idioma, o
específicamente, español, no pierdas tu tiempo, ni el de tus compañeros, ni el
de la profesora; porque solo le que quiere aprender es quien realmente va a
logar terminar el curso de cuatro meses llevando algún conocimiento.
La segunda parte de la parte psicológica comprendía anécdotas
y cosas que se dicen, como que llegar a ser un experto en la lengua española es
tan difícil que a los hispanoparlantes, que tienen el castellano como primer
idioma, les cuesta 20 años de estudio lograr dominar perfectamente
absolutamente todas las reglas de la ortografía, gramática, lingüística y
literatura español. Muchos se asustaron con esto, otros se asombraron, pero no
tanto al conocer que Ángela, hasta la fecha, solo había hecho cerca de 15 años
de los veinte que se necesitan para ser una experta.ç
—Woah, 15 years, that’s a lot of life time!—comentó Ginni.
—Yeah, I beagan to study Spanish when I was in kínder, I was five years
old. Now I’m 19, but am turning 20 in a few months—agregó Ángela.
—What?!—casi gritó Riker—you’re
19?!
—Yes, Riker I’m 19 right now. And I think you should be a little bit quieter;
you made Gaby spear her snacks!
—Oh, I’m sorry Gaby.
—It’s okay, Riker, never mind.
Después de esta parte de la clase, lo siguiente que deben
estudiar los estudiantes es el abecedario. A pesar de que uno ya sea adulto,
cuando va a estudiar otro idioma debe empezar por ahí. Por esta razón es que
los jóvenes latinoamericanos, cuando están a mediados de la escuela secundaria
pronuncian palabras como enough así: enof. Las vocales son las que más
cuestan recordar, todos lo que llegan a secundaria estudiaron, en primer grado,
las vocales en inglés, pero cuando llegan a la secundaria pronuncian las
vocales y las consonantes como si en su vida hubieran estudiado inglés, ¡como
si fuera su primera vez y no saben ni qué significa “may I go to the bathroom?”! Si así son los latinos, los gringos son
peores. Por eso, la misión principal de Ángela enseñando español, es evitar que
exista esa ignorancia hacia la reglas de lingüística.
Riker prestó atención a esta clase más que a ninguna otra,
¿la razón? Nadie la sabe, ni él ni ella, pero lo más razonable es que haya
estado observando el enorme y bien formado trasero de Ángela. Pero dejando de
lado esas razones, Riker tomó notas mentales de todo lo que ella explicó en esa
clase.
Ángela dibujó una A mayúscula y una a minúscula, luego dijo:
“Seamos variados de letras, cada uno de ustedes escribirá dos letras del
abecedario en distintas ocasiones”. Rydel quiso ser la primera y escribió en el
tablero dos bes, una mayúscula y otra minúscula. Luego le siguió Jake, quien
escribió las ces. Así fueron sucesivamente; entonces fue el turno de Riker, él
escribió las jotas: mayúscula y minúscula.
El último en ir fue Ellington, y fue acertada su participación
en ese lugar. La chica anterior había escrito la ene, en inglés seguiría la o,
pero en español sigue la eñe, y él fue un adelantado, porque ya sabía que el
español tiene un grafema más que el inglés, la eñe, que tiene el mismo sonido
que el dígrafo inglés gn.
Ángela no dijo nada y dejó que todo continuara normalmente.
Justamente eran doce de los trece podían repetir, y lo hicieron. Riker fue
quien no fue, no quería que accidentalmente apareciera otra letra que él no
conocía y que le tocara a él, entonces no sería placentero cuando ella lo
corrigiese. Para no suerte de Riker, todas la demás letras que siguieron fueron
las mismas que él ya antes conocía, hasta la zeta.
Cuando ya hubieron terminado, Ángela llamó a Riker por su
nombre; él estaba ajustando y desaflojando los nuditos de sus clásicas
pulseras, entonces se asustó, no sabía ni qué estaba pasado, ¡se mostró
totalmente desorientado! Entonces Ángela continuó con la pregunta: “¿hace falto
alguna letra que no esté en este abecedario que acabamos de escribir?” Riker
respondió con toda la seguridad del mundo, pero la clásica pregunta, que hace
que la inseguridad de las personas crezca, hizo que Riker se pusiera pálido:
“¿Seguro?” Riker dijo que sí; aunque ya no se escuchaba tan seguro como antes y
se había puesto increíblemente pálido.
Ángela se dio vuelta y le dio la espalda a Riker y a los
demás alumnos. Entonces escribió en el tablero: Ch, ch; Cl, cl; Cr, cr; Dr, dr; Fr, fr; Fl, fl; Gl, gl; Gr, gr; Ll, ll;
Pl, pl: Pr, pr; Qu, qu; Tl, tl; Tr, tr. Entonces se volteó y dijo: “These are dígrafos”. Y escribió la
palabra ‘dígrafo’ en el tablero. Volvió a darle la espalda a los alumnos y
escribió: Gü, gü; Ç, ç. “This—señaló la diéresis—is called “diéresis”. It means
that, in this “dífrafo”, the u has sound,
because the g has many different sounds, and when it’s like this—tapó los dos
puntitos arriba de la u—the u doesn’t
have any sound; and when it has the dieresis, it has sound. But this is another
topic that we’ll study later. For now we’re studying the sounds. If you come to
Spain you may see this letter: Ç, this is not a letter form Spanish, but it is
in Catalan, Galician and Portuguese. So, you may hear that letter in different
places in Spain…”
Fergie levantó su mano para preguntar y Ángela le dio la
palabra, entonces ella preguntó: “Dieresis
is the name in Spanish or in English?” A lo que Ángela respondió de esta manera: “In both languages, but in Spanish it got a
tiddle over la ‘e’”. A partir de aquí viene una ardua discusión sobre
las diferentes tildes y el famoso sombrerito, pero Ángela cortó la discusión y
terminó de explicar el tema de las pronunciaciones en español.