domingo, 28 de agosto de 2016

Capítulo décimo séptimo


Cuando Ángela iba saliendo sucedieron dos cosas muy importantes.
1.    Riker la miró con melancolía, mientras se iba; entonces Pablo para amenazar a Riker para que no se lleve a su chica. Al día siguiente al incidente que ocurrió cerca de la residencia de Ángela y Olivia, Pablo se mostró muy amable con ella. Ángela la contó su problema y, una hora después Pablo vino con un fajo de billetes. Ángela no lo quiso aceptar, pero Pablo la obligó. Al día siguiente Pablo le pidió ser su novia; Ángela se sintió amenazada y tuvo que decir que sí. Desde entonces cada tres días Pablo le daba a Ángela un fajo con mil dólares y ella pagaba con besos muy calientes.
2.    Mientras Pablo y Riker discutían por Ángela, ella iba saliendo por la calle principal del barrio. Una misteriosa mujer se apareció junto a ella, Llevaba una capa negra. Le dijo que sabía cuál era la solución para cuando tienes dos chicos peleando por ti.

— ¿Pero cómo usted conoce de vida?
—Yo soy sabia y te traigo la solución—respondió la mujer.

Ángela recibió la bolsita con un polvito blanco; y le dio las indicaciones de cómo prepararlo: servir en una taza agua fría y agregar tres cucharadas soperas del polvito blanco; mientras se disuelve y bebe, concentrar todos los pensamientos en el deseo: que el destino escoja con cuál de los dos chicos debe estar ella. Era como un té frío.

La mujer le dio el polvito blanco gratis. Dijo que necesitaba hacer una buena acción antes de morir.

Ángela fue a casa. Olivia estaba ahí. Ambas de fueron a dormir y Ángela no se tomó le polvito blanco ese día, pero lo guardó.

** Al día siguiente**

Entonces fue el día. Riker vio a Pablo y a Ángela besarse muy apasionadamente. Pablo vio a Riker observándolos y comenzó a besar a Ángela de forma más sensual, tocándola y con ademanes de querer tener sexo en ese preciso instante. Ángela le siguió y Riker se fue justo antes de que Ángela quisiera terminar el beso.

Más tarde ella volvió a casa. Estaba estudiando uno de esos librotes en inglés. Le faltaba un año para poder graduarse de medicina general y entonces poder tomar neurología. De repente esa bolsita apareció en su rango de visión mientras ella descansaba la vista. Esa maldita bolsita. La tentación entró en su mente y comenzó a imaginarse a sí misma tomándose el té de eso. ¿Qué podría suceder? ¿Resolvería su problema? ¿Ella tenía en verdad un problema? Recordó el beso que le dio Pablo. Le gustó, pero seguía siendo obligado, de parte de ella. Pensó en Riker, sintió algo en su estómago cuando pensó en Riker. Sus ojos, su cabello, su boca, las palabras que salían de allí, su forma de hablar; sus manos educadas, en nada parecidas a las irreverentes de Pablo.

Se decidió. No había nadie más en casa. Preparó el té y se lo tomó mientras miraba un canal de cocina. Al primer trago todo estuvo normal; al segundo, Ángela comenzó a sentir malestar; al tercero, se sintió adormecida. Luego levantó el brazo para tomar un cuarto trago. Entonces… desfalleció.

                                 *          *            *

Riker estuvo llamando a Ángela más de 20 veces. Igualmente sus hermanos le llamaron innumerables veces. Riker no les contestó, al igual que Ángela no le contestó.

En ocasiones anteriores Ángela había invitado a Riker a venir a su apartamento, así que él ya sabía dónde vivía. Fue a la dirección, llegó a la primera planta del edificio de 7 pisos. Ahí se encontró con Olivia. Le contó todo lo que sucedía y subieron juntos en el ascensor.

Llegaron al piso y Olivia abrió la puerta del apartamento con su llave. Lentamente imagen apareció a la vista de Riker, desgarrando su enamorado corazón.
—Riker… Call 911

Ángela estaba tirada en el suelo, con el cuerpo torcido, los ojos cerrados, como si dormitara; pero con la boca abierta y un líquido extraño saliendo de ella. Muy cerca de ella había una taza rota y un charco que parecía tener el mismo líquido que se hallaba en la boca de Ángela.

Olivia revisó sus signos vitales: apenas respiraba y tenía el pulso acelerado.
Cuando la ambulancia llegó Ángela estaba muriendo. Y Riker también, solo que seguiría sobre esta tierra, pero sin alma ni corazón.

Cuando los paramédicos preguntaron que quién iba a ir con ella en la ambulancia, Riker y Olivia se miraron uno al otro. Olivia le dijo que fuera él. Riker iba a ir de todas formas, aunque ella no quisiera. Olivia se quedó cuidando el apartamento. Ella tenía el presentimiento de que debía estar allí.

Ya en el hospital, los doctores luchaban por salvar la vida de la joven traficante de drogas; solo para que conscientemente fuera arrestada. A Riker se le negó verla; pero sí le dijeron que siendo un artista de fama intachable no debería estar cerca de personas relacionadas con las drogas.

Una hora más tarde, los oficiales de la DEA dejaron el apartamento confirmando que no había ninguna otra droga aparte del medio kilo de heroína que había en la bolsita. Cuando los oficiales se fueron, Olivia se fue al hospital a ver a Ángela.

Olivia toma la decisión apresurada de llamar al Alex, el hermano—cinco años mayor—de Ángela. Alex llegó desde Finlandia, 7 horas después de que Olivia llamara. Ángela despertó 2 horas antes de que llegara su hermano. Aun así no le dejaron a Alex ver a su hermanita.

Durante los próximos 60 minutos, los tres aprovecharon para conocerse mejor entre sí. Había una gran tensión que no necesariamente provenía de Riker y Alex. Olivia no conocía mucho a Alex. Solo lo había visto vía Skype y tenía su número porque a veces hablaban y Olivia le contaba lo que Ángela no se atrevía a contarle a su hermano. Riker era una de esas cosas; Ángela consideraba que era innecesario hablarle de eso a su hermano. Pero aunque Alex ya había oído de él, lo único que sabía era que este chico, tres años menor que él era ya parte de la vida de Ángela.
Por otro lado Alex tampoco sabía de la compañera de cuarto de su hermanita. Había hablado con ella, pero no la conocía de verdad, y ella tampoco a él. Pero por esos 60 minutos Alex dirigió su atención únicamente al rubio que parecía saber mucho de su hermana castaña. Alex no quiso entrometerse y le dio el visto bueno al rubio..

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Bueno, así termina esta maratón. Y por supuesto esta novela no termina aquí. hazme saber si te gusta esta novela en los comentarios, así tendré más motivación para escribir los siguientes capítulos. 
Ya estamos en la mitad de la novela.
hasta la próxima :3 :3 :3

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